Amigos: hace poco escribí este artículo para la revista Presencia Marista. Ojalá les guste y debatan sobre este tema. Es escalofriante. Ahí va:
Me detuve en cuatro o cinco kioskos de revistas en el centro de Villa Alemana. Nada. Luego me dirigí a Quilpué y tampoco nada. Recorrí un par de calles intentando buscar algo que semejara una librería de libros. Parece obvio, pero en el vendaval del comercio chatarra, lucasmanías y farmacias no pude hallar mi preciado tesoro: una revista denominada Historia y Vida, que se publica en España y acá llega con cuatro o seis meses de retraso(si es que llega). Sólo encontré en mi búsqueda revistas de muebles, de tejido y un sinnúmero de revistas faranduleras: del tipo el rostro más exclusivo y, por si acaso, un dossier de regalo del más vip. Está de moda, dije para mis adentros. Está de moda. Una moda que se está comiendo el ya reducido cerebro de los chilenos. Les manifiesto mi impotencia y dolor. Tan poco que leer y conocer tras los escaparates de nuestro mundito editorial. Las librerías , como dijo por allí Fernando Villegas, son el reino de las fotocopias en nuestro país. Y cada vez menos y más escuálidas.Por otro lado, hace un mes aproximadamente la Sociedad de Editores Independientes, Universitarios y autónomos redactó una carta dirigida al presidente Ricardo Lagos, para solicitarle la implementación de una política Nacional del Libro y la Lectura y la presentación de una ley de una IVA diferenciado para el libro. Aún sin contestar ,sabemos que el IVA aumentó del 18% a un 19%. Una verdadera bofetada para los idealistas.Tal vez ésta sea una parte del problema y más aún cuando en otros países el impuesto al libro es bajísimo comparado con el nuestro. Léase estos ejemplitos:
Francia 5,5%
EE.UU. 5%
Italia 4%
Japón 5%
España 4%
En países como Colombia, Uruguay, Argentina, Perú, Rusia, México, Gran Bretaña, Brasil, Corea no hay impuesto al libro.El problema es real pero no deja de ser eso, sólo una fracción del problema. Algunos opinan que bajando el IVA los chilenos difícilmente terminarán leyendo más, porque la pereza ya se asentó en nuestro ser cultural. Aunque yo me pregunto ¿por qué entonces la venta de libros piratas ha aumentado explosivamente en los últimos tiempos?Otro drama en esta cultura evasiva de la lectura pasa por la educación en los colegios. Imposición de libros inadecuados, profesores poco motivadores, ambiente poco propicio para el estudio. La lista sería larga.Hay, sin lugar a dudas, un desmedro ostensible en la calidad de nuestra formación para la lectura que se ha hecho evidente en distintos test de medición internacionales. El 48% de los chilenos no comprende lo que lee. Así de escueto , así de trágico. Sin embargo, me parece que el problema es más profundo y global. Que los responsables involucrados están permeando nuestra sociedad . Evidentemente no hay una voluntad política, social e inclusive familiar para mejorar esta cruel realidad. Comprar un libro es caro, se prefiere adquirir lo urgente para cubrir las necesidades básicas, no hay bibliotecas en los hogares, no se lee, no hay motivación ni en el colegio ni en casa, se opta por otros medios que sinteticen la información y además entretengan: programas de televisión de pésima calidad, prensa escrita farandulera, revistas de corazón y rostros. De vez en cuando un regalito de diccionario o seudoenciclopedia. Por su parte los medios entregan lo mínimo, y peor aún, un mínimo que da pena. Nos estamos moviendo en un país que ser culto es casi una arrogancia. Y oleadas de jóvenes cada vez comprenden menos instrucciones mínimas.
Otro dato : Aníbal Puente , experto en Comprensión lectora de la Universidad Complutense de Madrid dio una conferencia en Viña del Mar y una entrevista al diario El Mercurio de Valparaíso, donde señalaba “que la lectura modifica el cerebro” y que “la poca motivación a la lectura depende de la incapacidad de los colegios y el hogar en cultivar la formación del pensamiento”. Los dardos los apuntó a una conciencia social “ los segmentos políticos no tienen idea de lo que es leer, ni siquiera se preocupan de cómo promover esta actividad”.Un panorama desolador. Está de moda , según los medios, ser Vip: el reino de la estupidez se cierne sobre las aguas de Chile. Sálvese quien pueda.
Patricio Tapia