lunes, marzo 27, 2006

El Vals de Dios


Escribì un artículo con este mismo nombre y hacía referencia a los tiempos de ida y vuelta, de alegrías y tristeza, de anhelos y miedos, de lo claro y los oscuro; o sea, de todo aquello que la vida nos va presentando en la medida de nuestra existencia. Porque la vida es un continuo caminar de contrastes, nuestra propia vida es un mar de contrastes, donde habitan el ángel y el demonio, el monstruo y el santo. Una variedad de actitudes nos inundan, y en nosostos está el decidir hacia donde encaminamos la vida. Tarea nada fácil, pero que con amor y paciencia suele ir siempre hacia adelante, o de la mejor forma posible.

El vals de Dios es como las estaciones , pero también como se mecen las hojas en otoño. Es un ejercicio de contemplación que debiera hacerse continuamente, pero también de contemplación hacia adentro , esto es, hacia nosotros mismos, porque eso nos ayuda a conocernos y cambiar nuestras actitudes.

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