Sobre el Código Da Vinci

Un irónico texto sobre la película el Código Da Vinci. Me reí muchìsimo. Su autor es un chileno de 14 años. Más de él, encontrarán en zona de contacto de El Mercurio.

El Código de Hermes

Esta película es lejos lo más impresionante que he visto en mi vida, y debería ganarse todos los Oscars del año, incluyendo mejor película con participación de un vampiro Jedi y también mejor documental, porque todos saben que está basada en hechos de la vida real, de ese libro que venden en la calle junto con Harry Potter y el arca perdida. La película dura como diecisiete horas y todo empieza con las letras que salen de a poquito y con harta fanfarria, para que no se nos vaya a olvidar que la cosa es seria, y que todos los personajes que salen en la película son importantes. (Hay uno que es Dios, por ejemplo, y otro que es el presidente del país Opus Day, donde todos son serios y se juntan en mesas gigantes). Lo que sigue después de todas las letras (y del comercial de los parlantes) es un viejito muy importante, al que lo está persiguiendo el vampiro Jedi para chuparle la sangre. De ahí en adelante todo es inesperado, porque los que eran buenos en realidad son malos, y los que eran malos en realidad eran más malos. (En una parte me quedé dormido y cuando desperté, uno que era bueno estaba con una pistola, apuntándole a los buenos y hablando como mafioso) El actor de esta película se ganó el Oscar al actor más famoso del mundo y sale en un millón de películas más, por ejemplo esa del enfermito que comía bombones y lograba triunfar aunque todos lo molestaban (Rain Man) o esa otra en que mataban a un negro gigante que era mago (Milagro en la calle 8). Acá es un policía muy importante que todos creen que es el malo, así que tiene que arrancar y descifrar el misterio de la pintura famosa de Leonardo Di Caprio. Y aquí empieza la polémica, porque el secreto dice que en realidad Jesús el Lazareno era chanta y le gustaba la jarana. Como el secreto es tan grande, todos se enojan, hasta la gente de la vida real que ve la película. (Es polémica, o sea, todos hablan de ella, hasta los que no tienen idea) También sale la actriz que tiene ojos de uva que actuaba en esa película francesa donde todo era lindo, y el francés rudo que siempre hace de francés rudo y que si algún día lo veo voy a salir arrancando, porque si no, ahí me quiero ver. También sale el abuelito que tenía poderes mentales en X-Files pero ahora anda sin casco. (Aunque vive en la misma mansión y sabe todos los secretos del mundo, menos uno).

Al final no entendí mucho de qué se trataba la película eso sí, pero es muy entretenida y no da respiro, porque se descubre una verdad en todas las escenas y eso es lo que más me gustó.Acá todos los personajes se dan cuenta de algo importante en el último minuto, y esperan hasta el final para sorprender y no dejar a nadie indiferente. Por ejemplo se encuentran un medallón, hablan tres horas sobre el medallón, y después el personaje dice “ah pero este medallón tiene el mismo mono que mi abuelito me tatuó en el brazo, mira”, y zás, uno queda para dentro y en el cine no vuela ni una mosca. Fanfarria. Igual tengo una queja, y es en relación al vampiro que no quiere ser vampiro y por eso se golpea a sí mismo. Es el vampiro más chanta de la historia del cine, porque no tiene colmillos y las cruces no le hacen nada, y aunque ha matado a medio mundo, después pelea con un inválido y queda llorando. Para ver vampiros llorones mejor arriendo esa película donde Tom Cruz mata a Brad Pitt, así que cien estrellas menos. Finalmente hay que rescatar el mensaje de la película, que es que si queremos decir algo, no hay para qué decirlo en castellano si se pueden rayar las pinturas famosas con mensajes en clave. (Para eso, hay que vivir en un museo y tener un lápiz mágico siempre en el bolsillo, por si acaso) Mil cien estrellas.