Les debo confesar que cuando señalé que tenía un libro frente a mí, sólo me refería a una vulgar fotocopia del Palacio de las Bellas Durmientes. Lo leí con fruición, pero lentamente para deleitarme. Fue un destello, una gozo. Es , sin dudas, uno de los mejores cuento que he leído. Creo que por lo pausado del relato, y con ese indiscutible sello de los orientales. Dejando destilar las palabras y concentrando en lo poético y lo ficcional. Estoy leyendo ahora "Relatos que caben en la palma de una mano", del mismo autor; no son tan magistrales , pero está su talento indudable de narrador concentrado. Y los típicos ambientes y temas y demonios de Kawabata: lirismo, síntesis, erotismo fino, atardeceres, encuentros y desencuentros, cerezos en flor...
Pero quiero hacer alusión a otro tema relacionado con la literatura: esta fotocopia la obtuve por internet después de navgear mucho rato. La cuestión es que intenté comprar el libro. Y no está en ninguna parte. Sólo apreció por arte de magia en una librería de Viña del Mar. Adivinen cuál... La Feria Chilena del Robo, perdón del Libro... y allí se cobraba la suma de $ 17.600.- por un librito impreso en mal papel y que no sobrepasa las 80 páginas. Todos los otros libros de Kawabata costaban la mitad de este precio, e impresos en gran calidad , y con el doble de páginas. Saquen sus propias conclusiones. Creo está bien el negocio de los libros, pero a estos niveles ni el más atrevido lector puede con estos precios.
Resumiendo: vale la pena leer y encontrar estas joyitas, pero sólo por datos... La buena literatura en Chile no está o está por las nubes. ¿Con qué cara de palo, me piden que enseñe a leer y de buenos libros para incentivar tal hábito?
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