Tengo frente a mí a un relato que el mismo García Márquez "sintió envidia de no haber escrito" (sic). Aún no la he leído, pero sus comentarios me resuenan y me invita a hacer pausas en su lectura. Creo que lo leeré como cuando alguien se come un chocolate o un helado muy sabroso, finamente, derritiéndose, lentamente.
“La Casa de las Bellas Durmientes”, de Y. Kawabata , escritor japonés galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1968 creo será uno de los grandes gustos que uno suele darse cuando llega a una edad adulta. Más aún , cuando sus ecos vienen de la poesía japonesa y de los relatos medievales.
Ya les contaré como fue esta incursión literaria.
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