jueves, octubre 06, 2005

Mirando más allá



Amigos: les quiero regalar este poema que escribí hace algún tiempo. Para los que están lejos, como para mis seres más queridos. También para recordarme continuamente que la vida es un don precioso. Y que a veces olvido que estoy vivo...

III

En cierta ocasión un profeta versado en textos antiguos,
reparó en un manuscrito de alto vuelo intelectual.
Se enfrasco en él
y perdió contacto con el mundo que le había nutrido y le era tan querido.
Pasó allí varios meses y poco se alimentaba.
Al cabo de un par de años,
se levantó bruscamente,
cerró estruendosamente el texto
y lanzó un profundo suspiro.

- He acabado- señaló.-
Por fin comprendí esta estupidez.

Y salió al jardín a contemplar los abejorros frente al nogal.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

TE FALTÓ UN ACENTO EN ENFRASCÓ, TONTO, ADEMÁS DE ESO ES UN BELLOPOEMA.

Anónimo dijo...

Este poema me recuerda, un libro que leí una vez, el vendedor más grande del mundo en el cual, plantean enseñansas como esta, muy importantantes para los que estan metidos en sus asuntos que no comprenden el verdadero sentido de las cosas

Anónimo dijo...

Este poema me hace pensar en que uno no tiene que encerrarse en su propio mundo sino que hay que aprovechar la vida lo mas que pueda ya que la vida no es larga ...